La religión romana
La religión romana ha sido definida como "un conjunto de ritos codificados cuidadosamente y practicados de acuerdo con un plano estrictamente comunitario, destinados a traducir y suscitar una visión del mundo" (John Scheid). Por lo tanto la base de la religión romana no eran tanto las creencias o la fe, sino la práctica ritual y la pertenencia a la comunidad política. Así pues, el ámbito religioso y el político se confunden.
La religión romana se circunscribe al cuerpo de ciudadanos. Por ello el actor principal es el mismo que el del sistema político: el ciudadano hombre y adulto; las mujeres, los niños y los esclavos tienen un papel pasivo. Por otro lado se permitía a los no ciudadanos, extranjeros residentes o esclavos, practicar su religión y tener sus templos, siempre que fuera de modo no demasiado ostentoso.
La religión romana se circunscribe al cuerpo de ciudadanos. Por ello el actor principal es el mismo que el del sistema político: el ciudadano hombre y adulto; las mujeres, los niños y los esclavos tienen un papel pasivo. Por otro lado se permitía a los no ciudadanos, extranjeros residentes o esclavos, practicar su religión y tener sus templos, siempre que fuera de modo no demasiado ostentoso.