Muerte y vida de ultratumba
Los romanos creían que las almas de los difuntos viajaban al mundo subterráneo donde reinaba el dios Plutón. Las almas eran conducidas por el dios Mercurio. A este mundo accedían atravesando la laguna Estigia, en una balsa conducida por Caronte, que previo pago les conducía a la otra orilla. El mundo subterráneo estaba custodiado por un perro de tres cabezas, Can Cerbero. Allí, las almas eran juzgadas y tras el veredicto eran conducidas a la región de las almas bondadosas o malvadas.
-
Por no haber sido sepultado correctamente, que podían verse obligados a aparecerse a los vivos para reclamar un funeral digno.
-
Por haber muerto antes de tiempo (los que morían en la infancia, a corta edad o antes de casarse o tener hijos). Algunos de estos difuntos, que murieron sin conocer el amor, regresaban para disfrutar de lo que la muerte les había vedado.
-
Por haber muerto de muerte violenta. Estos espíritus no podían descansar en paz y pueden volver al mundo de los vivos para buscar venganza o esclarecer el crimen.
- "Ritos de tránsito: el culto a los muertos en Roma", en Creencias y supersticiones de la Antigua Roma.
- Fantasmas, brujas y magos de Grecia y Roma, Fernando Lillo.
Obra colocada bajo licencia Creative Commons Attribution Non-commercial Share Alike 3.0 License